lunes, 30 de junio de 2014
EL ORIGEN. UNA SORPRESA, UN DESAFÍO.
Jueves 8 de mayo de 2014.
Esa mañana me propongo leerles a mis alumnos y alumnas “Caperucita Arroja” .
La lectura capturó la atención de muchos y el asombro de otros, incluyendo el mío. En este relato, el personaje principal, le contaba a un grupo de amigos que se había encontrado con alguien esa mañana. Que ellos ni se podían imaginar de quién se trataba y que le hacía acordar a una historia que conocía. Así comenzaba a contarles el cuento tradicional pero esta historia no era la misma que todos conocían. Como no lo recordaba bien, le iba cambiando los núcleos narrativos a los tramos, generando giros en relación al relato original y acciones que se encadenaban de manera diferente y disparatada. Sus amigos le iban corrigiendo y recordando la trama real. Por eso se llamaba Caperucita Arroja, llevaba una copa en la cabeza en vez de una capa, en vez de un ramo llevaba un remo para regalarle a su abuelita y en el bosque se encontraba con el bobo y no con el lobo. La historia, está llena de humor y con divertidas ilustraciones.
A medida que transcurría la lectura, mis alumnos iban compartiendo sus lecturas previas al tema y se escuchaban diversas voces en cuanto al tema:
- Caperucita Roja llevaba miel. ¡No, llevaba remedios!
- El lobo se comió a la abuelita de un solo bocado.
- ¡No! La abuela se escondió en el armario.
- El cazador le abrió la panza al lobo, sacó a Caperucita y a la abuelita sana y le puso piedras y lo volvió a coser.
- ¡Eso no es así! El cazador, lo ahuyentó a escopetazos y el lobo nunca más volvió del susto.
Sin embargo, al finalizar la lectura del cuento, todos coincidieron en que el final de la historia que la mayoría conocía era diferente a la que habían escuchado en ese momento:
- No hay otro lobo en mi cuento.
- El lobo era malo.
- El lobo no cuenta cuentos”.
- Vamos a ver cómo es el lobo entonces.- les contesto.
Llamativamente, otros estaban callados y atentos a las palabras de los demás. Les pregunto entonces si conocían el cuento de Caperucita Roja. Para mi asombro, en ese momento descubrí que algunos no sabían de qué estábamos hablando.
Aquí surgieron varias cuestiones que conversamos en grupo.
La primera era que muchos compañeros no conocían el cuento de Caperucita Roja. La otra que existían versiones diferentes sobre la misma. Por lo tanto, deberíamos buscar esos cuentos y leerlos para poder responder a nuestra pregunta: ¿cómo es el lobo?
Desde un comienzo, este proyecto se originó con la idea de promover la lectura dentro de la sala. El objetivo principal fue y continúa siendo generar un espacio de encuentro y conexión del lector y la lectura por placer; para promover y estimular la lectio de cada individuo, haciendo de ese encuentro un momento único y personal.
Sin embargo, el eje temático sobre la lectura de Cuentos Tradicionales” se fue modificando a lo largo del desarrollo del proyecto. Los mismos alumnos y alumnas manifestaron sus intereses. No obstante, los objetivos que nos habíamos propuesto como grupo continuaban cumpliéndose.
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